Hola de nuevo. Ya estoy aquí para hablar de las famosas vacunas. Como he titulado esta entrada, las vacunas son, probablemente junto con los antibióticos, el descubrimiento que más vidas ha salvado a lo largo de la historia, y el único capaz de erradicar una enfermedad infecciosa: la viruela. Voy a intentar explicar qué son y cómo funcionan basándome, como siempre, en el mundo de Guerra microscópica. En «Un Viaje Prodigioso», Julio menciona de forma pasajera las vacunas, pero mi intención es hablar de ellas en la tercera entrega (toma spoiler).

Qué son

Las vacunas no son más que el método que hemos descubierto los humanos para preparar a nuestros soldados frente a una posible futura invasión. Si lo pensamos detenidamente, es igual que lo que han hecho todos los países con sus ejércitos; entrenarlos para una hipotética guerra frente a un invasor (algunos los entrenan para ser los invasores, pero eso es otro cantar).

Así que son sustancias que ayudarán a nuestros linfocitos (B y T) a estar preparados para cuando enfermemos con el patógeno (bacteria o virus) cuya vacuna nos han administrado. ¿Y qué conseguimos con ello? Ni más ni menos que no desarrollar la enfermedad o, si lo hacemos, que sea mucho más leve.

Cómo funcionan

Esta es la parte en la que me voy a basar en el mundo de Guerra microscópica. Para empezar debéis recordar que nuestras tropas «especiales» (los linfocitos) tenían varias características únicas, pero nos interesan dos de ellas: la especificidad y la memoria. La primera de ellas hace referencia a la capacidad de los linfocitos de reconocer un sólo patógeno y reaccionar frente a él. En la novela, los linfocitos B o arqueros protagonistas, reconocen como sus enemigos a los Streptococos Agalactiae y sólo cuando se encuentran (o se los presentan) con ellos, atacan. La segunda, nos habla de la capacidad de «acordarse» del enemigo a quien se han enfrentado para, si se produce una segunda infección por el mismo germen, poder actuar de forma más rápida y más eficaz. Esto por la parte que toca a nuestros defensores, pero ¿y por las vacunas? ¿Qué demonios nos administran  con las vacunas?. Pues simplemente el antígeno que reconocen nuestros linfocitos. ¿Y eso qué es?  El antígeno es la parte de una proteína que es reconocida por el receptor de los linfocitos cuando se lo presenta una célula presentadora de antígenos.

Un Viaje Prodigioso

Para explicarlo de una forma más sencilla, volvamos a «Un Viaje Prodigioso». Durante la novela, Julio va enseñando a Ion cómo funciona el sistema inmune y luego el muchacho se imagina ese mundo bajo un toque fantástico – medieval. Pues bien, para explicar qué es el antígeno, hablan de estandartes, como los de las diferentes casas de juego de tronos. Los gérmenes, en este caso bacterias, se organizan en el libro, en clanes o tribus bajo un estandarte característico y muy valioso. Cada clona ó unidad de linfocitos B o arqueros (lo mismo sucede con los linfocitos T aunque no aparece en el libro) sólo reconoce uno de estos estandarte (especificad), se activa cuando una célula presentadora (los rastreadores de muchos brazos ó células dendríticas) se los muestra, y su receptor (un aparato que llevan en la muñeca) les muestra que es el correcto con una imagen holográfica.

Las vacunas vienen a ser esos estandartes administrados de diferentes formas.

Tipos de vacunas

Se refiere a los diferentes métodos descubiertos para introducir el antígeno o estandarte sin producir la enfermedad.

Inactivadas:  se introducen los gérmenes íntegros pero muertos, con lo que siguen portando el estandarte aunque no desarrollan la enfermedad. (polio)

Atenuadas: en este caso se introduce el germen vivo, pero se le han quitado sus armas, dejando siempre el estandarte íntegro. (sarampión)

Vectores: se usa un virus no patógeno (es decir no productor de enfermedad) que lleva consigo el estandarte del germen al que queremos ser inmunes (COVID Astra Zeneca)

Conjugadas: se introduce únicamente el antígeno, el estandarte, generalmente con una molécula coadyuvante (que aumente la reacción inmune) (gripe)

Genética: la última  en llegar y cuya técnica puede revolucionar el futuro de la medicina. Es la ya famosa vacuna RNAm (de mensajero) de Pfizer o Moderna contra el COVID. ¿Y qué es esto?

Para explicarlo hay que hablar un poco de genética. Toda la información necesaria para el funcionamiento de una célula se encuentra en el ADN. Es por así decirlo, el lenguaje o las instrucciones para fabricar todas las herramientas que usan nuestras células para hacer su función. ¿Cuál es el problema? Que está codificado, no se puede usar tal cual. Hay que «traducirlo» para que los obreros que hacen esas herramientas lo entiendan. ¿Y adivináis cuál es ese otro lenguaje? Efectivamente, el RNA mensajero. El RNA mensajero son las instrucciones del DNA traducidas a un lenguaje legible.

Volviendo a la vacuna, el RNAm de la vacuna del COVID, lleva el plano de la fabricación del estandarte del coronavirus (la famosa proteína S de la corona), de tal forma que nuestras células presentadoras de antígeno (las de los brazos) lo captan, para luego fabricarlo, y presentarlo así a los linfocitos.

Efectos indeseables

Las vacunas son, en general, muy, muy, muy seguras, aunque, como cualquier medicamento, pueden tener efectos secundarios. Los más comunes son padecer molestias en el punto de punción y alguna décima de fiebre (síntoma de que nuestros soldados están reaccionando bien). Hay que tener en cuenta que la fiebre es la respuesta de nuestras defensas frente a una amenaza, es un mecanismo más de defensa. Pero también puede haber efectos graves, como el desarrollo de enfermedades autoinmunes, e, incluso mortal, como hemos visto con las vacunas de Astra y Janssen.

¿Por qué suceden? Porque nuestros soldados reaccionan frente a estandartes o antígenos de nuestras propias células, que son muy parecidos o similares a los de los gérmenes. Todas las células de nuestro cuerpo tienen sus propios antígenos, pero ya os expliqué que, una de las pruebas que pasan los linfocitos, es precisamente saber reconocer esos estandartes amigos y no atacarlos. El problema viene cuando son muy parecidos a los que portan los gérmenes, y nuestros arqueros (linfocitos B) o asesinos (linfocitos Tc) no son capaces de diferenciarlos (como ocurre con la vacuna del COVID).

¿Y por qué no sucede a todos los vacunados? Porque los estandartes de nuestras células son diferentes en cada uno de nosotros. (de ahí la dificultad para hacer trasplantes de órganos y de médula ósea).

¿Y se puede prevenir? No, porque, para empezar, no sabemos qué antígeno es el causante.

¿Y es muy frecuente? No, es muy, muy, muy poco frecuente, aunque muy grave.

¿Y por qué se usan en pacientes mayores de 60 años? Porque las reacciones sólo se han visto personas menores de 50 años, probablemente relacionado con la fortaleza del sistema inmune (a mayor edad, menor eficacia de nuestros soldados, con lo que probablemente haya menos posibilidades de que suceda)

Entonces… ¿me vacuno contra el COVID? Sin duda. Por dos motivos: el primero es porque, a día de hoy, continuamos sin saber quién de los contagiados va a evolucionar favorablemente, o va a acabar en la UCI, o en la morgue. Y, la segunda, por el bien común; esto no acabará hasta que todos estemos vacunados o bien lo hayamos pasado todos.

Y hasta aquí esta entrada sobre las vacunas explicada a través del mundo de Guerra microscópica. Espero que os haya gustado y os animéis a comprar y leer «Un Viaje Prodigioso». Ya sabéis que podéis encontrarlo en la página de la editorial Maluma, en La Casa del Libro, en Amazon y en Todostuslibros.com. Así mismo podéis preguntar cualquier duda acerca de este tema o del libro que os haya quedado después de leerlo. ¡¡¡¡Hasta la próxima!!!!