EL CUERPO, UN MUNDO EN GUERRA

Blog de Guerra Microscópica

¿Y si pudieras ver el interior de tu cuerpo
como nunca hubieras imaginado?

LEER, LA BASE PARA ESCRIBIR

Hola a tod@s. Esta semana toca hablar de literatura. Hace unos días, me invitaron a dar una charla a chavales de 3º de la ESO acerca de la novela, y del proceso de escribir un libro. Lo primero que les dije para hacerlo es leer, y mucho. Si lo pensáis bien, leer es la forma más barata de viajar: podéis conocer otras ciudades, otros países, otras culturas; viajar en el tiempo, ya sea al pasado o al futuro; visitar las profundidades del mar o la inmensidad del espacio exterior, o vivir aventuras en otros mundos fantásticos. Incluso el interior del cuerpo humano, como en «Un Viaje Prodigioso», y todo ello sin salir de casa.

El inicio, la infancia

He de reconocer que empecé a aficionarme a la lectura desde muy pequeño, influenciado por mi hermano, cinco años mayor a quien también le encantaba un pasar el rato entre las páginas de un buen libro.

Pong

Hay que tener en cuenta que en aquellos años no existían móviles, ni tablets, y las consolas y ordenadores eran rudimentarios. Recuerdo que mi primera consola sería una ATARI (entonces no se si había alguna otra) y el único juego que teníamos (me imagino que vendría con la máquina) era el pong (esta especie de tenis con una bola cuadrada). Luego vendrían las maquinitas ya más sofisticadas… pero eso es harina de otro costal. Quizás más adelante y si os parece bien, ya hablaremos de videojuegos, pero ahora es tiempo de lectura.

 

Ante semejante dosis de excitación y emoción que podía deparar ir persiguiendo la dichosa bolita por la pantalla de la TV, no es de extrañar que prefiriera acompañar a Los Cinco o Los Hollister en sus aventuras.

Porque esos son mis primeros recuerdos con los libros.  Ambas colecciones eran muy similares; un grupo de hermanos que se dedicaban a resolver misterios. Personalmente siempre me gustaron más los primeros, no me preguntéis por qué, porque la verdad es que no lo recuerdo. Curiosamente, sólo me compré uno o dos números de la extensa colección, pero la biblioteca del colegio estaba bien surtida por lo que si no la leí entera, poco me faltó.

En la misma biblioteca me aficioné también a las novelas gráficas, y no me estoy refiriendo a las de superhéroes. Grandes clásicos como «20000 leguas de viaje submarino» o «El último mohicano» o «La isla del tesoro» se reunían en una gran colección (creo que de Bruguera) y también fueron víctimas de mi «voracidad literaria»

Grandes Joyas Literarias

 

 

«Dungeons and Dragons» y la fantasía épica.

Al ver nuestra afición por la lectura, mis padres se hicieron socios del reciente y tristemente desaparecido «Círculo de Lectores». Recuerdo esperar la revista mensual para poder elegir entre tantos títulos alguno que me sedujera. Mi hermano, ya adolescente, se decantaba por las novelas de espías, mientras yo descubrí la colección de «Aventura sin fin» y con ello nació mi afición a la literatura fantástica y más adelante a los juegos de rol.

En estos pequeños libros tú eres quien decide el porvenir del protagonista de la aventura. No hay capítulos como tales y no se lee de forma seguida. Al principio se narra un poco de la historia de tu personaje y la misión que debes afrontar para, poco después, obligarte a elegir la manera de resolverla. La lectura podía durar sólo una página si tomabas una mala decisión (enfrentarte a un ogro con una mísera estaca o explorar un oscuro y hediondo corredor sin una antorcha) o bien a acabar consiguiendo llegar al final de la aventura de una pieza y conseguir el tesoro si sabías elegir sabiamente. He de reconocer que pocas veces acabé bien a la primera.

Dragonlance: una nueva forma de contar historias

Atraído por el mundo de fantasía épica medieval de DyD, me pasé a las novelas del mismo universo. Por suerte cayó en mis manos «La tumba de Huma». Al principio me costó un poco adaptarme al ritmo del libro. Era el segundo episodio de una trilogía de la que no había leído el primero (Crónicas de la Dragonlance) y, a parte de la trama principal, existían varias historias paralelas de los personajes del grupo protagonista. La forma de narrar este tipo de historia se basa en hacer saltos entre capítulos (uno trata de un personaje y, el siguiente, de otro que está en otro lugar en el mismo tiempo) y es muy típica de la narrativa fantástica (como comprobé después). Reconozco que cuando estás acostumbrado a una narración lineal, en la que el capítulo siguiente sigue con la historia del anterior, esos saltos pueden llegar a costar y a mi al principio me sucedió. Creo que empecé a leer el libro unas tres o cuatro veces antes de cogerle el aire y engancharme definitivamente a la fantasía épica.

La Tierra Media: el descubrimiento de Tolkien

El Hobbit

Fue mi hermano quien me descubrió una de las obras maestras del género (si no la mayor) «El Señor de los Anillos» y su precuela «El Hobbit». La primera parte, la historia del apacible e insignificante mediano que se une a un grupo de enanos en busca de una montaña y el dragón que la custodia, me encantó. Una buena historia, personajes míticos, lugares asombrosos y un final épico… fantástica.

En cambio, el inicio de la continuación se me atragantó. El primer libro del Señor de los Anillos es, a mi parecer, el más flojo de todos. Sigue siendo Tolkien y la descripción de parajes, personajes y lugares es magnífica, pero creo que la falta un poco de ritmo o acción, por lo menos hasta que la compañía sale de Rivendel. A partir de entonces todo vuelve a fluir perfectamente y las páginas van volando al igual que las horas. Necesitas ir avanzando para saber qué les deparará a Frodo y sus amigos en su misión de destruir el anillo y derrotar a Sauron.

A pesar de que El Señor de los Anillos estaba editado en su conjunto, (es también una trilogía) me fijé que el final de cada uno de los libros dejaba muchas preguntas en el aire, lo que hacía que quisieras avanzar en el siguiente para saber qué había pasado. Esta es otra característica de varios títulos de la fantasía épica. Entiendo que para aquellos acostumbrados a las novelas negras que tan de moda están actualmente, esto puede chocar. La trilogía del Baztán,  la de La ciudad Blanca, o Reina Roja cierran de alguna forma cada uno de sus episodios, aunque la trama principal siga abierta. Comento esto sencillamente porque algunas «críticas» que he recibido es por este hecho. Ahora sabéis de dónde viene.

George R.R. Martin y sus siete reinos

Después de Tolkien hay varios autores que se han disputado ser su digno sucesor.  Margaret Weiss y Tracy Hickman, los creadores del mundo de Dragonlance del que ya os he hablado. Terry Brooks y sus «Crónicas de Shannara» (adaptada a la TV). Patrick Rothfuss  y su trilogía sobre las Crónicas del asesino de reyes (todavía inacabada). Andrzej Sapkowski y su serie sobre Geralt de Rivia que se puede ver en Netflix (The Witcher)… son muchos quienes lo han intentado.

Pero estaremos de acuerdo que quien se ha llevado la palma ha sido el amigo Martin gracias a la televisiva Juego de Tronos. Me gustaría decir que conocía la obra antes de que se anunciara la serie, pero mentiría. Eso sí, en cuanto vi el tráiler de HBO me compré el primer libro y lo devoré en días. Luego vinieron el resto y espero ansiosamente el siguiente (no he visto la serie completa). Martin es sencillamente un maestro. Sus detalladas descripciones te transportan fácilmente a los lugares donde se desarrolla la acción. Los personajes son variados y complejos haciendo que empatices rápidamente con cada uno de ellos. Pero además, es un experto en sorprendernos con los giros de las historias y en dejarnos con ganas de saber más cada vez que acabamos uno de los libros. Si no los habéis leído os lo recomiendo, aunque no os guste la fantasía épica y ya hayáis visto la serie.

Y hasta aquí este primer repaso a mi afición a la lectura, sobre todo a la fantástica. Ahora leo bastante más novela histórica de la que hablaré más adelante.

Ya sabéis de dónde he sacado varias de las características de «Un Viaje Prodigioso» y el por qué de ese final tan abierto.

Hasta la siguiente y ya sabéis que podéis hacer cualquier comentario.

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